>>45872Creo que Lilia nunca logró cumplir mis expectativas… al menos no al nivel de lo que alguna vez representó Dross.
Los antirevillas siempre supimos que teníamos una desventaja enorme frente a alguien con un nivel de influencia enorme. Dross podía habernos ignorado… y, sin embargo, no lo hizo.
Durante casi una década, su vigilancia sobre Necro y el grupo fue constante. Cada movimiento, cada publicación, cada palabra… todo estaba bajo su mirada. Lo fascinante es cómo sus síntomas (esa obsesión silenciosa) se hacían cada vez más evidentes.
Demostró ser un rival real. Cuando Necro subía algo, Dross lo bajaba. Reportó el ARD una y otra vez, le atribuyó identidades falsas a Necro, forjó alianzas estratégicas para detenernos. Incluso llegó al punto de crear páginas de acoso solo para exponer al grupo. Ninguno de sus seguidores, salvo quizá Bloomerfield, tuvo ese tipo de iniciativa.
Lilia, en cambio… Lilia siempre se quedó corta. Podrá codearse con políticos, jueces, empresarios o abogados, pero jamás descendió a estas tierras.
Atacaba con tibieza, denunciaba como una cobarde que no tiene agallas para enfrentar de frente a sus verdaderos enemigos… esos que ella esquiva, no los otros a los que confronta por Javier Milei… esos no son reales.
Dross miraba a sus oponentes desde arriba… Lilia, en cambio, miraba hacia arriba, buscando la aprobación de otros. Siempre fue súbdita de un poder ajeno. Nunca reinó, siempre obedeció.
Si yo estuviera en su lugar, si tuviera el poder que ella dice tener… no perdería ni un segundo. En mis ratos libres me divertiría con mis juguetes. Infiltraría gente, pincharía teléfonos, leería cada mensaje, cada pensamiento. Les haría creer que tienen aliados, cuando en realidad solo tendrían sombras obedeciendo mis órdenes.
¿Jueces? ¿Abogados? ¿Empresarios? ¿Influencers, periodistas, lavadores de dinero?
Esos son simples recursos. Instrumentos. No adversarios.
Así que, si tu pregunta es si Lilia puede compararse con Dross… la respuesta es sencilla, no.
Dross y su lacayo Bloomerfield siguen arriba por la importancia que estos le dieron a sus verdaderos detractores.
La jerarquía no cambió. Dross y Bloomerfield siguen arriba, porque entendieron algo que ella nunca entendió, la importancia de mirar al enemigo a los ojos solo para verlo temblar. El desafío psicológico de quebrar a una persona…
El problema con Danann y Lemoine es que aspiran más de lo que pueden… mediocres que necesitan de la fama para alimentar sus frágiles egos… pero, al fin y al cabo, el hater siempre estará ahí.
>>45873No, realmente no. Cuando era adolescente padecí de eso, pero me incomodaba la cama. Era molesto estar tirado y sentir cómo la pichula se iba amorcillando. Yo a eso le digo aburrimiento… no saber qué hacer.
Hoy ya no me pasa, porque visualizo mucho. A veces me hacen reír algunos personajes que leen mis posteos. Por ejemplo, Juan Rodrigo, que se imagina que me mato a pajas por Lemoine… por favor.
Yo solo me masturbo con personas con las que ya me crucé. Al no ver porno, solo me excito con las escorts con las que estuve. Si tengo deseos de volver a verlas, acallo ese libido masturbándome con su recuerdo. Trato, en lo posible, de ganar tiempo. No quiero saber nada con ningún vínculo autoengañoso. No confío en esas cosas emocionales.
Es fácil mentirle a una mujer, llevarle flores y bombones, hacerla sentir especial. Pero yo no quiero hacer cosplay de galán falso solo para llevarlas a la cama. Seducir a mis amantes me parece aburrido… seducir a mis enemigos, en cambio, me resulta más atractivo y divertido.
Ellos nunca lo van a entender… siempre tan superficiales.