/sad/ ☹ Morros Awitados

Lola, el fin de semana pasado me ocurrió algo de lo que todavía no me he recuperado.
Resulta que desde hace un año que yo y mi novia nos fuimos a vivir juntos a un piso. Todo funcionaba bien hasta el fin de semana anterior. El asunto sucedió del siguiente modo.
Tenemos una amistad en común, es un chico de más o menos nuestra edad. Y a veces viene a hacernos una visita. Y como ya comenté vino el sábado pasado. Como siempre, nos pusimos a conversar, a reír y a pasarlo bien en general. Entonces mi novia sugiere la idea de que nos emborrachemos. Todos encantados con la sugerencia. Así que nuestro amigo se ofrece a bajar a por cervezas y trae un paquete de 24 latas. Pasada más de una hora y con casi todas las latas bebidas, ya estábamos algo ebrios, por no decir que bastante. Pero el caso es que yo no quise beber mucho. La razón fue que cundo empiezo a beber alcohol me vuelvo algo paranoico y empiezo a exagerar ciertos pensamientos. Al final, al ver cómo se reía mi novia cuando le hablaba nuestro amigo me hizo sospechar de ellos. Por esta razón hacía como que bebía mucho y me emborrachaba, pero de vez en cuando fingía levantarme para ir a orinar, con la lata en la mano y tiraba más de la mitad de la cerveza. No obstante, a pesar de lo poco que bebí me puse algo malo y me recosté un poco en el sofá. Y fue aquí cuando empezó todo.
Cabe recalcar que mi novia me conoce y sabe que cuando bebo demasiado, y me recuesto en algún sitio, caigo prácticamente muerto y ya no me levanto. Pero en esta ocasión no estaba tan borracho. Solo me recosté y cerré los ojos. Pero fue en este momento cuando ambos empezaron a hablar en voz baja y a reírse. No entendía muy bien qué era lo que decía, especulaban si ya me había dormido o no. En ese momento alguien me sacudió, supongo que fue mi novia. Pero yo no respondí y me hice el dormido, porque esas risas me hicieron sospechar sobremanera. Cuando comprobaron que no despertaba empezaron a hablar en voz un poco más alta. Entendí como mi novia decía: “aquí no”, y se reían. Empecé a escuchar movimientos al cabo de un rato y ruiditos que me hacía sospechar. Quise abrir los ojos para ver qué era lo que estaba pasando, y fue en ese momento que me entro un temor. El de abrirlos y encontrarme con una escena incómoda y que aquello se convirtiera en una escena violenta. No sé si sería por el alcohol, pero empecé una lucha interna en la que mi cerebro buscaba el modo de convencerme de que no estaba ocurriendo nada malo, pero también sentía ira por lo que pudo haber estado ocurriendo. Decidí entonces permanecer con los ojos cerrado. Y un rato después empecé a escuchar como sonido de besas y gemiditos. Ya no había tenía dudas de lo que estaba ocurriendo, pero con todo, sentía cierto temor a abrir los ojos. En verdad no quería aceptar que aquello estaba sucediendo. Me entraron ganas de llorar. A pesar de todo, continué con los ojos cerrados. Unos minutos después escuché unos sorbidos. Entonces abrí un ojo muy despacio, y observé a nuestro amigo sentado de espaldas a mí en la mesita llena de latas de cervezas vacía, delante de él mi cómo los hombros de mi novia subía y bajaba. En ese momento se echó el pelo hacía un lado. Nuestro amigo empezó a girar la cabeza y yo cerré el ojo de nuevo.
Sentía ganas de levantarme y molerlos a los dos a golpes. Pero no me moví seguí ahí fingiendo estar borracho y dormido. Quería levantarme, decir algo, pero sentía cierto temor, como que algo muy malo fuera a ocurrir si lo hiciera. Momentos después escuché como ambos gemían haciendo bastante ruido. Volví a abrir un poquito el ojos y los vi follar. En ese instante volví a cerrar el ojo. Asó permanecieron como treinta minutos, hasta que finalmente mi novia le sugirió que se fueran al cuarto. Entonces se levantaron y continuaron en la habitación. Una hora después, más o menos, mi amigo se marchó. Yo permanecí en el sofá despierto toda la noches, pensando en lo que acababa de ocurrir.
Ya han pasado seis día y no sé como afrontar esta situación. ¿Lola, qué me recomiendas hacer?